(batidos, fresas, no sé)

dándole vueltas a lo de maestro,
obligado a ello por el maldito máster de formación
igual que el necio dueño del perro le hinca el hocico en su propio pipí
"para que aprenda".
*
recuerdo dos momentos:
momento 1:
"¿y el año que viene ya no usaremos plastilina?... ¿y qué haremos?", me preguntaba. y sobretodo: "¿por qué?"
momento 2:
"- desde este curso, los que tengáis buena letra y pocas faltas deberéis utilizar el boli.
- pero, profesora, es que a mi me gusta el lápiz. le prometo no borrar."
*
y luego te haces mayor y resulta que tienes que reencontrarte con el niño que tienes dentro, con la ingenuidad, la creatividad, la inocencia.
*
el decrecimiento es la opción en todos los sentidos.

me encanta el juego de los niños en el que se "esconden",
pensando que al no verte, no les ves.
igual que los camareros en las terrazas,
que son como los tyrannousaurus rex:
si no te mueves, no te ven.